Después de la lluvia, llegan con fuerza las bajas temperaturas, que hemos sentido durante todo este día.
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A los que más afecta es a nuestros gatos, quienes son más sensibles a los cambios estacionales y de temperatura.
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De hecho, regulan su cantidad de pelaje a través de mudas para prepararse para las temporadas de mayor frío y calor.
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Por esta razón, debemos cuidar a nuestros peludos de las bajas temperaturas brindándoles una buena alimentación para mantener sus defensas sanas.
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Los felinos que pasan mucho tiempo al aire libre probablemente sean muy capaces de cuidarse a sí mismos, sin embargo, siempre es bueno estar atentos a los peligros potenciales como el congelamiento.
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Los gatos se congelan cuando se exponen a temperaturas extremas y generalmente afecta primero a las puntas de las orejas, la cola y los pies, especialmente sus dedos.
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Por otra parte, en invierno solemos calefaccionar nuestros hogares, pero al mismo tiempo debemos cuidar que la temperatura no sea desmedida porque ellos pueden sufrir quemaduras.
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Como hemos compartido, los gatos tienen una tolerancia mayor al contacto con superficies calientes, por eso tenemos que cuidar que no se queden dormidos sobre estufas o calefactores, así como poner rejillas a las chimeneas, cocinas a leña y braseros.
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😺¿Cómo pasa el frío el tuyo?